
¿Por qué debemos hacer ejercicio?
Es una pregunta que muchos se han hecho. Con tantas actividades que hay que realizar, es normal querer descansar en nuestro tiempo libre. El trabajo, la familia, los quehaceres del hogar entre otras cosas, nos dejan sin energía, por lo que empezar una rutina de ejercicios es una meta muy lejana y en otros casos, ni lo hemos pensado. Si te sientes identificado con esta forma de pensar, este artículo te va ayudar. Aprenderás por qué es importante empezar una actividad física cuanto antes. Y si en cambio, eres el tipo de persona que le gusta hacer algún deporte o ejercicio, también te animo a leerlo porque recordarás el gran impacto que tiene la actividad en tu sistema inmunológico.
Comencemos primero aclarando lo que es el sistema inmunológico o inmunitario. Cada día nuestro cuerpo se defiende de las infecciones gracias a nuestro sistema de defensas. Nuestro sistema inmune es quien lleva la delantera en proteger nuestro organismo y la fuerza que éste tenga, depende de nuestros hábitos.
Hoy les contaré acerca de uno de ellos, aunque no parezca el ejercicio intenso refuerza nuestro sistema inmunitario. Durante un tiempo, se pensaba que el agotamiento que nos produce hacer esta clase de ejercicio, era perjudicial para nuestras defensas. Lo que sustentaba esta hipótesis es por el aumento del cortisol, durante el ejercicio intenso, lo cual tiene como efecto secundario una bajada temporal de la respuesta inmunitaria.
Sin embargo, esta subida temporal del cortisol es de corta duración. El estrés causado por el ejercicio, no es igual al estrés crónico del trabajo o los problemas, que es muy malo para nuestra salud.
Beneficios del ejercicio intenso
A corto plazo, el ejercicio intenso refuerza el sistema inmunitario, debido a que activa las células T encargadas de librarnos de las células que han sido infectadas por un virus. También tiene un efecto modulador de las citoquinas, los mensajeros químicos de la inflamación en el cuerpo.
El ejercicio intenso también nos beneficia a largo plazo, ya que ralentiza el envejecimiento y el debilitamiento del sistema inmunitario, protegiendo a las células T de la muerte programada y acelerando la autofagia, un proceso por el que se eliminan las células defectuosas.
En conclusión, hoy te hemos dejado buenas razones para empezar o seguir con tu rutina de ejercicios. Así que no te pongas obstáculos, saca tiempo y continúa por el camino que te llevará a la meta: un estilo de vida saludable.